En un motor de dos tiempos encontramos varias características que los difieren del resto:
El pistón realiza funciona con sus dos caras y según en que posición se encuentre éste permitirá la entrada o salida de gases, cuando baja el pistón durante el tiempo de explosión éste deja abierta la lumbrera de escape, continuando luego bajando para descubrir entonces la lumbrera de carga.
El pistón tiene una cabeza deflectora para lograr dirigir hacia arriba la mezcla de
combustible y presionar los gases quemados hacia el escape, aunque últimamente se está empleando más comunmente el pistón de cabeza plana logrando el efecto anterior gracias a la orientación de los conductos de carga.
Las lumbreras son simplemente orificios situados en el mismo
cilindro que permiten así la entrada y salida de gases, a diferencia del
motor de cuatro tiempos que posee
válvulas para ese fin. Este tipo de ingeniería no solo evita las válvulas, sino además no posee un mecanismo de distribución (por ejemplo el
árbol de levas no está presente en el motor de dos tiempos).
La mezcla no va al cilindro en una primera instancia, sino que es dirigido hacia al cárter, que aspira del carburador y pasa entonces la mezcla al cilindro.
Nuevamente aquí vemos una gran diferencia con los motores de cuatro tiempos, en las que el cárter es el depósito del
lubricante, aquí éste es de menor tamaño y esta sellado, es usado para la admisión y tiene además la función de servir como cámara de precompresión.
La lubricación en un motor de dos tiempos se logra mezclando aceite en el combustible, siendo la proporcion variable en un rango que generalmente esta entre el 2 y el 5 por ciento.
Aplicaciones del motor de 2 tiempos