El objetivo de la caja de velocidades es transformar el par motor, logrando variar el par motor entre motor y ruedas dependiendo del par resistente (opuesto al par motor).
Las cajas de cambios las podemos dividir a grandes rasgos entre manuales y automáticas.
Las cajas de cambio manuales son las más económicas en la actualidad y requieren que el conductor utilize una palanca de cambio.
Su construcción se basa en un cárter con aceite en el cual están los ejes y los engranajes, el tren de engranajes que esta formado por piñones y ejes destinados a transmitir el movimiento y la palanca de cambio destinada para elegir la marcha deseada.
A su vez las cajas manuales se caracterizan por ser de toma variables o constantes.
Las cajas de cambio automáticas permiten la eliminación de la palanca de cambio brindando al conductor un manejo más confortable y sencillo, aunque claro está gustos de por medio ya que muchos conductores optan por las cajas manuales por esa sensación más clásica del manejo.
Al carecer de embrague y palanca de cambios (no confundir con la palanca de selección de velocidad) los cambios en este tipo de caja van ajustándose de forma automática según la velocidad y presión sobre el acelerador.